Corbin: vida, renuencia y éxtasis en la escena
Por Kam
La tarde estaba nublada, hacía buen tiempo, pero la lluvia era inminente y temiendo que el aguacero me agarrara en cualquier momento me introduje en la cafetería, pedí una malteada de vainilla y un cheesecake, tras pagar pasé por una sala con libreros en los costados y subí las escaleras que había en el fondo, las paredes de la segunda planta estaban pintadas de flores, habían macetas colgando de unas vigas de madera y tenían otro librero encima de las escaleras, me decanté por una mesita situada en el rincón y esperé un buen rato hasta que una boina roja se asomó por esas escaleras.
Jimmy, como me acostumbré a llamarle, ascendió con prisa hasta mi mesa, se sentó rápidamente frente a mí e intercambiamos un par de palabras triviales sobre el café y lo horrible que es estar desempleado y sin dinero.
Leslie Pamela García o Leslie Corbin de 19 años, es justo como su apodo, como un pequeño cuervo en un jardín secreto; tiene el pelo negro, en capas cortas, grandes ojos, de piel morena y cuerpo menudo. Nació y creció en Monterrey, es estudiante de artes, baterista de Pink N Punk y una de las primeras personas que conocí cuando me inmiscuí en el alucinante, frenético y a veces inquietante mundo de la escena.
Su interés en la música surgió de la curiosidad que burbujeaba en su mente cuando veía a su padre tocar una batería invisible en el carro de su infancia, no tenía ningún recuerdo de que él le haya enseñado a tocar el instrumento, pero simplemente empezó a memorizar videos de otros bateristas a los 11 años, repetía sus movimientos hasta que le salían y su padre, al notar que tal vez disfrutaría tocando, la llevó a tomar clases en las que se quedó poco tiempo.
Luego, el punk se escurrió en su vida de forma natural. Sus primeras influencias, Blink-182 y Green Day, llegaron a través de su padre y su acercamiento a los proyectos femeninos llegó por cuenta propia tras, irónicamente, leer y escuchar las cartas y testimonios de un hombre, Kurt Cobain de Nirvana
“Siempre he tenido un interés por los movimientos sociales y estoy consciente de que mucha música viene con una ideología política… Cuando me gustó mucho Nirvana me di cuenta de que había más, no había sólo punk de hombres.”
Antes de Pink N Punk hubo algunos proyectos y bandas que no se concretaron y me sorprendió saber lo renuente que estaba a ser parte de la escena hace algunos años, pero su renuencia no era para menos cuando me contó sus breves encuentros con la escena de ese entonces, pues estaba plagada de casos de acoso y drogadicción. Me habló de cuando un sujeto mayor, miembro de una banda que aún está activa, le tiraba la onda a una de sus amigas cuando ambas tenían 16 años y, sin entrar en detalles, comentó los testimonios de sus conocidos sobre fiestas donde drogaban a las morras, fiestas de bandas conocidas.
“De ahí, todo se empezó a separar y por mucho tiempo fue como: ya no existe la escena” me dijo y con un deje medio divertido agregó “Pues que chido, hasta está mejor ¿no? Porque había muchos problemas y pues todas las personas a las que tenía agregadas (en Facebook) tenían problemas con las drogas, estaba como denso… Era demasiado para mi edad.
» Me dejaban ir a todos estos lugares, pero yo prefería no ir porque había mucha gente en esa escena que estaba bastante mal y hacían cosas bastante malas, yo creo que me habría puesto en bastante riesgo. Tuve amigos que estuvieron ahí y ahora dicen: no vuelvo, no confío en gente que se droga”
Un tiempo después conoció a Galo e Is, sus compañeros de Pink N Punk junto a dos antiguos integrantes de la banda, quienes buscaban a un baterista y Corbin sencillamente aceptó su propuesta. Recuerda que su primer ensayo parecía más una presentación, pues fue en el cumpleaños de Galo, había público y tenía al menos un año sin tocar la batería. Aunque se quedó y seguía tocando con ellos, todavía se rehusaba a ser parte de la escena.
“Me dijeron: es que ya tocas en Barrio, ya eres parte de la escena” me reí de su pequeño infortunio y continuó “Si vamos a ser parte de la escena, vamos a ser algo diferente, no esto. Lo único que voy a hacer con la escena es destruirla”
Entonces me habló de la incomodidad que sufrió en su primera presentación con Pink N Punk, llegó demasiado temprano al lugar y se topó con algunos ofrecimientos de drogas y Tonayan. Su desazón se hacía más grande mientras esperaba a la llegada del resto de la agrupación, quienes arribaron apenas unos minutos antes de tocar y después de hacerlo, inmediatamente se fue de allí. Afortunadamente tuvo experiencias más gratas después de eso, donde los chismes y no las sustancias eran la orden del día. Luego llegó la pandemia, ensayaron tanto como fue posible y Corbin pasó por algunas mudanzas.
Es difícil concretar lo que transformó a la escena en ese tiempo, pero sea lo que sea, eso le abrió paso al desarrollo de una verdadera comunidad y a que otras personas hicieran un esfuerzo por crear espacios seguros e inclusivos.
“Ya no es sólo como… personas que tocan, sino ya una comunidad.”
“Hay unidad” afirmo yo.
“Es lo primero que pensé cuando me dije que, ahora sí, iba a ser parte de la escena.”
De pronto la conversación se dirigió comentar acerca del surgimiento de nuevas bandas en las que muchos de sus integrantes siguen siendo menores de edad pues, aunque la comunidad había dado un giro positivo eso no significaba que estuviera exenta de gente problemática y, por lo tanto, representan alarmas para estos adolescentes. Corbin opinó que se les apoyaba, que merecen ser reconocidos mientras no dañen a otras personas y que lo mucho que se podía hacer por estas nuevas bandas era aconsejarles y advertirles para evitarse los malos ratos, pero el resto quedaba en sus manos.
“Algo que nos ha ayudado en la escena en la que estoy es que hay conciencia, se sabe lo que pasa y no se hace de la vista gorda.”
Luego agregó:
“Entre nosotros sabemos en quién confiar y quiénes nos han usado… Sabemos quiénes no son parte de la comunidad y sólo buscan sacar provecho de ella.”
También hablamos de la parte del dinero, no era nada nuevo para mi escuchar que eran raras las veces en las que recibían alguna remuneración por sus presentaciones, pues estas sirven únicamente para promocionarse y las entradas que se venden son para pagar la renta del espacio.
“Creo que terminas gastando más dinero haciendo un toquín de lo que recibes, o sólo tocar, si no tienes donde ensayar tienes que rentar una sala de ensayo, pagar los camiones y los didis.”
La mejor parte de ser un integrante de Pink N Punk y de ser música es que percibe que ha inspirado a otras chicas a exponer su arte, pero no sólo siguieron inspirando, sino que las impulsaron haciendo un toquín de bandas con mujeres al frente.
“No sé si fue principalmente por Pink N Punk, pero siento que es algo que las demás morras empezaron a ver y dijeron que sí se puede… Cuando nosotros empezamos a surgir también estaban Estalactitas y Crystalinas, siento que estos tres grupos pudieron impulsar todo esto y que haya más morras haciendo arte.”
Corbin sabe que existieron otros proyectos femeninos en generaciones anteriores que insistían en tener un lugar y aprecia profundamente el haber llegado con su banda en el tiempo correcto para seguir propulsando el movimiento de las mujeres en la escena local, pero especialmente por su compañera Galo a quien describe como “una persona que siente mucho” y le hace feliz que tenga un espacio donde pueda expresarse por medio de su música.
Las veces en las que en su mente le ha dicho que quiere hacer música son cuando ha formado parte de una audiencia:
“He visto a bandas y gente que cuando tocan expresan mucho, estando en el escenario se siente lo importante que es ese momento para ellos. Simplemente tocar. Tengo recuerdos de Dulce Nombres y King Pink, y sentir que tocar es algo necesario.
» Yo recuerdo haber llegado a mi casa extasiada en colores y pensar esto es… esto es tocar. Yo no sé qué reflejo cuando estoy tocando ni nada de eso, pero otras personas reflejan algo muy lindo y llega a mí, pica cosas sensibles de mi cabeza. Me siento como pintor, necesito pintar esto, necesito guardarlo de alguna manera en mi cabeza. No es una experiencia tanto de músico, pero es una experiencia que cualquier persona puede llegar a sentir y eso es más valioso que una experiencia única como músico. Son los lugares felices a donde voy.”
Finalmente mencionó los avances que Pink N Punk ha tenido en la producción de sus canciones, ya que recientemente subieron tres demos a su cuenta de SoundCloud. Comentó que dos de sus canciones ya estaban avanzadas y que su canción Lemonade está terminada, por lo que con mucha emoción espera poder lanzar el sencillo al final del mes de abril.
N/A: ¡Hola a todos de nuevo! estoy muy feliz de abrir esta nueva sección en mi blog. Quiero darle muchas gracias a Jimmy por aceptar mi entrevista, traté de expresar nuestra conversación tan bien como pude. Por favor vayan a escuchar a Pink N Punk en SoundCloud y esperen sus proximos lanzamientos con mucho entusiasmo.
Comentarios
Publicar un comentario